Que me duele hasta el aire

Es así como hablamos del amor, a veces con imágenes, palabras, sensaciones. Encuentros y desencuentros. Es asunto de vida.

¡Ay Ojón!

Espacio para tomar el reto de escribir cotidianamente. Vivo a través de mis ojos. ¡Ay ojón,! de mirada, de fotografía, de palabra, de imagen poética, protéica, de ojete, de que hay ojos. La fotografía es el arte de nuestra memoria. Es definitivo que las ideas cruzan, se agolpan, se descifran. A veces con humor y con nostalgia. A veces con desasociego y consciencia. A veces con mesura develan herramientas pa´ vivir y disfrutar. Hoy me dijo Rosalinda (amiga psicóloga y amante de las letras) "El amor no existe, nosotros hacemos que exista." Si el amor es la no muerte, su trascendencia depende de nuestro arte, de nuestro hacer-las-cosas-bien o expresar las cosas lo más parecido con lo que pensamos y sentimos por medio de alguna técnica, la que sea, hasta la técnica cotidiana. Con el corazón alineado a la cabeza, quiero estar muy lejos de sólo tener dos opciones: bueno y malo, porque sé que existe lo necesario, lo deseado, lo inevitable y tantos otros polos que hacen de este asunto una espiral más que una línea recta. Aunque no comparto la mayoría de las ideas de Erick Fromm, insisto en su poder de confrontación, pero de que el amor es amor y de que es un arte, es un arte. Qué azotado, ¡chiale!